Puedo detenerme a un lado del camino
para escuchar el eco que esconde
cada piedra que me llama
o pretender la brisa que respira
una brizna de hierba.
Puedo sorprender a la alondra
cuando camino al filo de la madrugada
para observar las huellas del silencio
que me hagan ver hacia qué lado me llevan
los vientos de tus simas.
Puedes ser el imán que atrae hacia tus formas,
la fuerza que me atrapa con más bríos,
la eufórica emoción de besar tu cielo
cuando te pienso tan inmensa
y a la vez yo, tan pequeña.
Cada paso que me acerca a ti, montaña,
me crecen alas.
LG
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